
Felipe había casado, como se dijo, con la princesa Isabel de Borbón, primogénita de Enrique IV de Francia; el matrimonio se celebró cuando el príncipe de Asturias sólo contaba la edad de diez años y doce su mujer y no se consumó hasta el año 1620, es decir, cinco años después de ratificarse. Isabel dio a su marido, en los veinticuatro años que duró su matrimonio, seis hijas y un hijo. Primero nació la princesa Margarita María (1621), que se malogró. Una segunda, Margarita María Catalina, nació en 1623, que siguió la misma suerte de la primera. Lo mismo ocurrió con María Eugenia, nacida en 1625 y a Isabel María Teresa, en 1626. En 1629 nació un niño, Baltasar Carlos. Después de tantos partos frustrados, la reina deseosa de tener un hijo varón, por consejo de la duquesa de Gandía, su camarera mayor, prometió que su hijo, si era varón, por recibiría el nombre de uno de los Reyes Magos. Nacido el niño, se sortearon los tres nombres y salió el de Baltasar; de modo que si el niño hubiera llegado a reinar, habría sido el primer rey Baltasar del mundo cristiano. Pero no llegó a serlo. El niño se crió fuerte y sano, llenando de alegría a sus padres y de esperanza a un pueblo que veía en él la promesa de unos tiempos mejores. Mas la muerte vino también a cortar estas ilusiones. En 1645, el príncipe, que acompañaba a su padre en sus viajes, murió en Zaragoza antes de cumplir los diecisiete años. En 1635, un nuevo partose malogró, el de la infanta María Antonio Dominica Jacinta. Finalmente, en 1638 nació María Teresa, que casaría andando el tiempo con el rey de Francia Luis XIV (1660).
La reina Isabel murió en 1644, cuando aún no había cumplido cuarenta y un años. Felipe perdió al año siguiente al príncipe heredero, y pensó en asegurar su sucesión contrayendo segundas nupcias con su sobrina, la archiduquesa Mariana de Austria.
VISITA MI PÁGINA WEB EN EL SIGUIENTE ENLACE
No hay comentarios:
Publicar un comentario