29 ago 2015

LA LIGA DE ESMALCALDA (II)

La expedición contra Argel (1541) y la cuarta guerra contra Francisco I (1542-1544) tenían a Carlos atado de pies y manos. En la Dieta de Spira de 1544 tuvo que hacer todavía más concesiones a los protestantes, mientras el Papa protestaba airadamente por lo que consideraba una injerencia del emprador en asunto que le incumbía.
Mientras duraba la guerra, el Papa, preocupado por la penetración del protestantismo en Italia, comienza a tomarse en serio el problema. De acuerdo con el emperador, se propuso como sede del futuro concilio una ciudad perteneciente al imperio alemán (con ello se satisfacía a los protestantes), pero accesible, por otra parte, a los italianos: Trento. Dos convocatorias llegaron a hacerse todavía mientras luchaban Francisco y Carlos, pero los obispos, asustados por la guerra, no acudieron. Finalmente, Carlos vence a su rival. En el tratado que selló la Paz de Crépy había unacláusula secreta por la que Francisco I dba su conformidad al concilio y prometía enviar representantes de Francia. Carlos llega por entonces a una tregua con el turco. El concilio se reuniría para la primavera de 1545 en Trento. Mas aún, el Papa y el emperador establecieron un sustancial acuerdo: el concilio comenzaría sus sesiones tratando de cuestiones meramente disciplinarias, sin tocar el fondo dogmático de los problemas. Entretanto, Carlos obligaría a los protestantes a particpar en el concilio, si era necesario, por la fuerza. Una vez que estuviesen presentes, se podrían discutir las cuestiones teológicas fundamentales.
Pero el plan no se cumplió como estaba previsto. El concilio comenzó tratando desde el primer momento cuestiones dogmáticas. En estas condiciones, los protestantes no podín aeptar lo que allí se acordase. Carlos protestó. Al fin llegó a una solución de compromiso: tratar smultánemente las cuestiones dogmáticas y los problemas de la reforma Las operaciones contra la Liga de Esmalcalda regresaron también. Carlos trato primero de dividir a los coaligados de Esmalcalda. Las hostilidades fueron abiertas por los protestantes. Uno de ellos, Mauricio de Sajonia, había tricionado a sus correligionarios y se había puesto del lado del emperador. Las fuerzas de Carlos encontraron a sus enemigos en las cercanías de Mühlberg. La batalla fue un modelo de confusión y desorden; mas las tropas imperiales fueron las menos desordenadas, gracias a los contingentes españoles que luchaban en ellas. La victora quedó del lado imperial. Los principales jefes protestantes fueron apresados. el camino de Trento estaba abierto. Era el 24 de abrl de 1547.
Pero nuevamente surgen complicaciones. En Trento parece haber surgido un brote de tifus. Los obispos se asustan y quieren huir de aquel cepo. Los representantes del emperador protestaron ante la decisión de trasladar el concilio a Bolonia.

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