21 jul 2015

LOS PIRATAS "BARBARROJA"

Las derrotas sufridas por Francisco I y los rotundos éxitos militares y políticos de Carlos iban a forzar a los franceses a establecer relaciones diplomáticas con los turcos. Éstos, por su parte, habían comprendido que no podían luchar contra Carlos si antes no reorganizaban sus fuerzas navales. La expedición enviada por el emperador y dirigida por Andrea Doria había demostrado palmariamente la debilidad marina otomana. Era necesario buscar aliados capaces de adueñarse del Mediterráneo. En estas circunstancias, Turquía se interesa por establecer alianzas con los piratas berberiscos del norte e África. En esta región dominaban los hermanos Barbarroja. Horruch ya apareció en nuestro relato histórico cuando hicimos mención de sus ataques a las costas españolas y de la afortunada acción que le hizo dueño de la ciudad de Argel en tiempos de Cisneros. Desde Argel, Horruch Barbarroja había extendido su poder hasta Cherchell y Tremecén, cuyo rey, vasallo de España, pidió ayuda a Carlos para que le devolviese el trono. Carlos envió una pequeña hueste que logró cercar a Horruch en la fortaleza de Tremecén. Cuenta Pedro Mexía cómo Barbarroja logró escapar de la ciudad con algunos de los suyos, llevándose buena cantidad de monedas de oro y plata:

"Entendida la huida, fue luego seguido por los cristianos y él, no faltándole ingenio ni ánimo con las adversidades, comenzó a sembrar y derramar del oro y la plata y otras cosas ricas que llevaba por el camino; porque detenidos en haber y cobrar aquel despojo, le diesen espacio a él para irse. Pero fue el ardid entendido y al final alcanzado... y peleando animosamente, fue vencido por los cristianos, aunque con gran daño de los vencedores, y al cabo, mataron a él y a todos los que con él iban".

Desaparecido Horruch (1518), le sucede en el poder su hermano Haradín o Khair-Eddin Barbarroja. Aquel mismo año, Carlos envió contra él una expedición armada por Hugo de Moncada. Este soldado, que se hizo famoso por su inaudito valor, también pasó a la posteridad con la fama de hombre desafortunado. Como en tantas otras ocasiones, don Hugo perdió la batalla contra Haradín, que, a raíz de aquella victoria, ganó un enorme prestigio. Su lugarteniente, Alidino, a quien los españoles llamaron "Cachidiablo", logró años adelante (1529) una sonada victoria sobre una flota española en aguas de Ibiza. Ahora Haradin Barbarroja llegaba a un acuerdo con Solimán. El pirata se ve convertido de la noche a la mañana en almirante de la flota turca. Barbarroja, que había nacido en la isla de Lesbos, en el mar Egeo, conocía perfectamente todos los secretos de la navegación mediterránea, pues llevaba recorriendo aquellas aguas, desde el estrecho de Dardanelos hasta Gibraltar, cerca de veinte años.
Respaldado por el sultán, Barbarroja cae sobre Italia, llegando a amenazar la misma Roma. De regreso a África se apodera del reino de Túnez, expulsando a su rey Muley Hacén, casallo de los españoles. Frente a Carlos se organizaba un frente triangular que integraba a Francisco I, a Solimán y a Barbarroja. El mismo Papa Clemente VII se estaba aproximando a esta coalición. A poco de entrevistarse con Carlos en Bolonia, fue a buscar al rey de Francia a Marsella, dispuesto a ajustar con él una alianza que fue sellada con el matrimonio de una sobrina del Papa, Catalina de Médicis, con el segundo hijo de Francisco I, Enrique. Era realmente escandaloso ver cómo el Rey Cristianísimo (Francisco I) y el Vicario de Cristo en la Tierra se unían al enemigo número uno de la cristiandadd para luchar contra Carlos, a quien se consideraba campeón de la causa católica. La muerte del Papa en septiembre de 1534 debilitó momentáneamente la coalición. El nuevo Sumo Pontífice, que se llamó Paulo III, preocupado más por el porvenir de su hijo Pedro Luis Farnesio y de su nieto Octavio que por cualquier otro propósito, decidió arrimarse a la sombra de Carlos y optó por permanecer neutral en los conflictos que se avecinaban.

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