
El 24 de febrero de 1525, Pescara y Lannoy lanzaron sus tropas contra los franceses, que de sitiadores se convirtieron en sitiados, acorralados además entre dos fuegos.
Atacados por las tropas llegadas de Lodi, los francess contraatacaron impetuosamente. El mismo Francisco I, los franceses contraatacaron impetuosamente. El mismo Francisco I se puso a luchar entre su gente. Entonces Leyva, que sufría en aquellas fechas fuertes calenturas, dio a sus gentes la orden de salir de Pavía y atacar a los franceses por la espalda. No hubo para ellos más solución que la huida. La mayor parte de ellos se precipitaron al camino que llevaba a Francia, pero Leyva lo había cortado rompiendo poco antes el puente que salvaba el Ticino. El cronista Mexía, nos lo cuenta magistralmente:
"El rey de Francia, después de aver peleado valientemente, como está dicho, yendo a los suyos de vencida, cayó o fue derrivado, su cavallo con él, y fue preso por dosespañoles, el uno soldado, llamado Juanes, vizcaíno, y el otro, hommbre de armas, llamado Diego de Ávila, natural de Granada; entre los quales ovo competencia sobre ello. Dízese que el vizcaíno llegó primero al rey; pero el Diego de Ávila ovo el estoque, por do provava avérsele rendido a él. Finalmente fue preso por ellos y llegado allí otros estuvieron por matarlo, no conosciéndolo; y al cabo, siendo conoscido, fue traído al visorrey de Nápoles, que acertó a venir allí luego. Y fue puesto en un quartadgo, y llevado con mucho respeto y acatamiento. Fueron muertos en esta vatalla de la parte vencida más de doze mill hombres, y entre ellos gran número de los mosiures y nobleza de Francia"
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