
Hasta 1328, Navarra era una auténtica dependencia francesa. A Juana le sucederá su hijo Luis el Hutin, que será también rey de Francia (Luis X) hasta su muerte en 1316. Después seguirán los cortos reinados de Juan I, Felipe el Largo (V de Francia) y Carlos I (IV de Francia). A la muerte de éste último se planteó en Francia el conflicto sucesorio, que había de provocar el magno conflicto de la Guerra de los Cien Años. Al regir en ésta la ley sálica, el trono pasó a la casa de Valois en la persona de Felipe VI. Sin embargo, los navarros, al no teconocer tal disposición legal como vigente en su reino, reconocieron como soberana a una hija de Luis el Hutin, Juana II, casada con Felipe de Evreux (III de Navarra). La coronación tuvo lugar en Pamplona en 1329.
El Estado navarro, bajo la nueva dinastía, habría de convertirse en baza esencial en el conflicto general del Occidente europeo.
El primer Evreux procuró mantener una política de amistad hacia los dos grandes reinos peninsulares: con Aragón mediante el matrimonio de la infanta María con Pedro IV, y con Castilla, con la cual se llegaron a mantener excelentes relaciones, tras algunos roces en La Rioja, producto de las incitaciones de Fernando de la Cerda. El porpio Evreux moriría en el cerco de Algeciras apoyando a Alfonso XI.
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