24 feb 2015

EL REINO NAZARÍ DE GRANADA

El pacto de Jaén de 1246 entre Fernando III y Muhammad I ben Alhamar fue el acta de nacimiento del reino de Granada, auténtico estado vasallo de Castilla, constituído por las coras de Elvira, cuya cabeza era Granada; Rayya, con capital en Málaga, y Pechina, con su centro principal en Almería.
Los distintos vaivenes diplomáticos por los que atravesó la "batalla del Estrecho" permitieron a los soberanos granadinos jugar con su estratégicaposición y conseguir, en definitiva, mantener su Estado sin que sufriera graves amputaciones territoriales. Las sucesivas crisis por las que atraviesa Castilla a lo largo de la Baja Edad Media van a constituir un factor de primer orden para la supervivencia del reino nazarí.
La subida al trono del reino castellano de Pedro I supuso para los granadinos un importante respiro, dada su reconocida maurofilia y filosemitismo. En sus luchas con los nobles rebeldes y con el monarca aragonés Pedro IV, el castellano pudo contar con el apoyo en Granada de Muhammad V. Ello explica por qué la diplomacia aragonesa atizó la rebelión de los grupos descontentos, que entronizaron primero a Ismail II y luego a Muhammad VI el Bermejo. La victoria de Pedro I en Nájera (1360) le dejó las manos libres para liquidar la rebelión granadina, dando muerte al usurpador y restableciendo en el trono a su antiguo aliado.
El recrudecimiento de la guerra civil en Castilla tuvo sus repercusiones en el Estado nazarí, que, después de la trágica jornada de Montiel, habrá de constituirse en uno de los peones en la política de cerco a la Castilla Tratámara. El acuerdo de paz firmado con ésta en 1373 abre un período de paz oficial que cubre los últimos años del reinado de Muhammad V, el de Yusuf II y buena parte del de Muhammad VII.
En plena campaña de Fernando el de Antequera murió Muhammad VII, siendo sucedido por Yusuf III. Si las treguas suscritas con Castilla supusieron un período de paz en las relaciones peninsulares, fueron también el punto de arranque para una crisis interna en el Estado nazarí.
En 1417 murió Yusuf III, sucediéndole su hijo Muhammad VIII el Pequeño. Dos años después, el liaje más poderoso del reino, los abencerrajes, dieron un golpe de Estado que iniciará un largo período de inestabilidad interna, traducido en numerosas proclamaciones violentas de soberanos.
Por el momento, el clan de los abencerrajes contaba con el apoyo de los hafsíes de Túnez, y pudo imponer a Muhammad IX el Zurdo, Muhammad VIII, protegido por el linaje de los Venegas, se dio a la fuga, para volver a los pocos años. Sólo pudo mantenerse dos años en el poder, ya que, a la postre, fue asesinado por su rival.
Sin embargo, las relaciones con Castilla no fueron del todo cordiales. La derrota de Muhammad IX en la Huigueruela fue un factor de primer orden para dar ánimo a sus rivales, quienes elevaron al trono suesivamente a Yusuf IV, Muhammad X el Cojo y luego a Yusuf V, apoyado éste por Castilla. En septiembre de 1451 el adelantado de Murcia, Alonso Fajardo el Bravo, tratará de hacer de mediador. Cuando Muhammad IX retornó a Granada hubo de hacer algunas concesiones a los grupos rivales. La más importante consistió en el reconocimiento como heredero de un hijo de Muhammad VIII, conocido como Muhammad XI, el "segundo rey chico".

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