18 jun 2013

JUANA LA BELTRANEJA

Cinco años después del matrimonio de Isabel y Fernando murió Enrique IV. Inmediatamente fue proclamada en Segovia reina de Castilla su hermana doña Isabel, siendo recibida con entusiasmo su proclamación por las ciudades castellanas. Era el año 1474.
Sin embargo, una gran parte de los magnates de Castilla, y entre ellos muchos antiguos partidarios de doña Isabel, siempre indisciplinados y rebeldes, se mostraron ahora defensores de los derechos de doña Juana la Beltraneja, la discutida hija de Enrique IV.
Entre los nobles más levantiscos figuraba el turbulento arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo,  y el poderoso marqués de Villena, los cuales consiguieron el apoyo del rey de Portugal, Alfonso V, y concertaron su matrimonio con la Beltraneja.
Así comenzó la guerra por la sucesión de la corona de Castilla.
Justo es reconocer que doña Juana trató de evitar la lucha, proponiendo que la cuestión del mejor derecho a ceñir la corona se ventilara por el voto nacional.  He aquí sus palabras, tal y como aparecen en la carta o manifiesto que dirigió a las ciudades y villas del reino:

"Luego por los tres estados de estos dichos mis reinos, e por personas escogidas dellos de buena fama e conciencia que sean sin sospecha, se vea e libre e determine por justicia a quien estos dichos reinos pertenecen; porque se excusen todos los rigores e rompimientos de guerra."

En la misma carta acusa la Beltraneja a Isabel I de haber producido con veneno la muerte de Enrique IV y de haberse apoderado de sus tesoros.
También don Fernando procuró ahorrar la efusión de sangre, proponiendo al monarca portugués un duelo personal, cuyo resultado decidiera y terminara la guerra. Pero no hubo acuerdo sobre las condiciones del mismo, y éste no se verificó.
El rey de Portugal pasó la frontera y llegó a Plasencia, donde se celebraron sus esponsales con la princesa doña Juana. Acto seguido, de allí se trasladaron hasta Toro y Zamora, donde se concentraron sus partidarios.
Mientras tanto, Isabel y Fernando hacían febrilmente sus preparativos par ala lucha. El rey Católico con las tropas castellanas y las aragonesas que enviara en su auxilio su padre, el rey de Aragón, logró derrotar a sus adversarios en los decisivos combates de Toro y Albuera (Extremadura).  El rey de Portugal se vio obligado a pedir la paz, que se firmó en Trujillo (1479), por la que el monarca portugués renunciaba a sus derechos a la corona de Castilla y a las islas Canarias.  Poco después, en virtud de este convenio, los Reyes Católicos dispusieron la conquista de dichas islas, que aún no habían sido  incorporadas a Castilla.
En cuanto a la Beltraneja, se le dio a escoger entre ingresar en un convento o casarse con el príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos.  Pero doña Juana, llamada por los cronistas portugueses la "Excelente Señora", se retiró a Portugal, muriendo allí en 1530.
Queremos señalar que para conmemorar el triunfo de la batalla de Toro los Reyes Católicos mandaron erigir en Toledo el magnífico templo de San Juan de los Reyes. 
El mismo año en que terminó la guerra por la sucesión de la corona de Castilla murió don Juan II de Aragón, heredando este reino Fernando el Católico, mientras que Navarra pasaba a manos de la primera mujer de aquel rey, doña Blanca de Navarra, de quien era patrimonio dicho reino.  De esta manera se unieron Castilla y Aragón en las personas de los Reyes Católicos, sin que se modificara en nada la organización política o administrativa de cada uno de los reinos.
Sentada ya la base de la Unidad Nacional, los Reyes Católicos se aprestaron a terminarla con la conquista de Granada (1492), la anexión de Navarra (1512) y las alianzas matrimoniales con príncipes de Portugal, si bien la unión de este último país ibérico no habría de conseguirse hasta el reinado de Felipe II en 1580.

2 comentarios:

Geppetto dijo...

La unica persona que trato a la Beltraneja conforme al rango que por nacimiento tenia fue Isabel de Castilla
Lo que son las cosas
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/

FRANCISCO GIJON dijo...

Cierto.
Aprovecho para agradecerle sus interesantes comentarios en otras entradas de esta bitácora, muy didácticos e interesantes.
Reciba un abrazo.