27 may 2013

PEDRO IV EL CEREMONIOSO

A Jaime II le sucedió su hijo Alfonso IV el Benigno (1327-1336), que incomprensiblemente intentó repartir el reino entre sus hijos para favorecer a los que tenía de su segunda esposa Doña Leonor, hermana de Alfonso XI de Castilla.
Pero lo impidió la enérgica protesta que contra tal desmembración formularon los valencianos, dirigidos por Guillén de Vinatea, quien pronunció ante el monarca estas famosas palabras:
-Como hombre, no sois sobre nosotros; y como rey, sois por nosotros y para nosotros.
Al oír esto doña Leonor, esposa del rey aragonés y hermana del de Castilla, no se pudo contener y exclamó:
-Tal cosa como ésta no la toleraría mi hermano el rey de Castilla,  y de seguro a tan sediciosas gentes las mandaría degollar.
A lo que contestó el monarca aragonés:
-Reina, nuestro pueblo es más libre que el de Castilla, nuestros súbditos nos reverencian y Nos los tenemos a ellos por buenos vasallos y amigos.
Estas palabras de uno y otro cónyuges, conservadas por Abarca en sus "Anales", pintan fielmente el carácter definitivo de Castilla y Aragón.
Sea como fuere, el hecho es que el repartimiento del reino no se llevó a cabo y Alfonso IV transmitió íntegra la corona a su primogénito Pedro IV (1336-1387), llamado "el Ceremonioso" por su afición a la etiquieta de palacio y a cubrir con apariencias de legalidad sus hechos más crueles.
Pedro IV el Ceremonioso es uno de los reyes más importantes de la Corona de Aragón, no sólo porque durante su reinado vuelven a unirse a ésta el reino de Mallorca -con el Rosellón y la Cerdaña- que le arrebató a su cuñado Don Jaime en 1344 y también la isla de Sicilia y los ducados de Atenas y Neopatris, sino, sobre todo, porque se resuelven en él los pleitos con la nobleza, cuyo poder queda anulado al ser al fin vencida por el rey.
En efecto: la nobleza, que durante el reinado de su padre Alfonso IV se había impuesto en todas las decisiones de importancia para el reino, se sublevó ahora contra Pedro IV, cuando éste, que no tenía hijos varones, intentó declarar heredera del trono a su hija Constanza, a pesar de que las leyes aragonesas excluían del trono a las hembras.
Pero entonces el grito mágico de "Unión" sonó en los aires y en 1346 levantó a la nación contra el monarca, originándose una guerra civil.
Triunfantes al inicio los principios de la Unión, detuvieron al rey de Valencia y le hicieron sufrir grandes vejaciones, obligándole cierto día a tomar parte en un baile popular, dirigido por un barbero, el cual , poniéndose irrespetuosamente entre la reina y el rey, entonaba una canción que tenía el siguiente estribillo:

"Mal haya quien se partiere"

Pedro IV logró defenderse con astucia hasta fortalecer su posición. Y atacando entonces la Unión aragonesa, la venció en la batalla de Épila, junto al río Jalón, marchando inmediatamente contra la Unión valenciana a la que venció también poco después en Mislata.
Al quedar triunfante el poder real, Pedro IV reunió entonces las Cortes en Zaragoza, en donde solemnemente anuló el "Privilegio de la Unión", con lo cual la autoridad real quedó restablecida en la corona de Aragón, sin perjuicio de respetar los fueros y privilegios tradicionales y justos de los reinos.
Se dice que en esta ocasión el rey rasgó el pergamino que contenía el Privilegio con su propio puñal, tan nerviosamente, que se hirió la mano, exclamando con energía:

-Privilegio que tanta sangre ha costado, con sangre ha de romperse.

Por este hecho se ha llamado a este monarca don Pedro IV el del Puñal (o del Puñalet).
Pero también mereció el apelativo de "Cruel" por los bárbaros suplicios con que castigó a los jefes de la Unión.  Se cuenta a este respecto que, derritiendo la campana que servía para convocar las reuniones de la Unión, obligó a muchos nobles a tragar el metal hirviente y les aplicó otros muchos tormentos a cual más horribles.
Digamos por último que don Pedro IV gobernó con habilitad sus Estados, los engrandecio materialmente, fue trovador y protector de los estudios históricos y la cultura aragonesa le debe la fundación de la primera universidad que se estableció en Huesca.

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