Alfonso VIII dejó a su muerte un hijo de pocos años llamado Enrique I (1214-1217), que fue proclamado rey y se nombró regente a Doña Berenguela por ser la hija mayor del monarca castellano. Pero don Enrique murió cuando todavía era niño a consecuencia del golpe que le produjo en la cabeza una piedra lanzada por unos niños con quienes jugaba.
La corona real de Castilla pasó a las sienes de su hermana Doña Berenguela (1217); pero ésta abdicó inmediatamente en su hijo Fernando III, que lo era también del rey Alfonso IX de León, aunque los cónyuges estaban separados por haber declarado el Papa Inocencio III la nulidad matrimonial por causas de parentesco.
Fernando III "el Santo" (1217-1252), rey de Castilla por la abdicación de su madre, pasó a serlo también de León, tras la muerte de su padre, aunque Alfonso IX le había desheredado, pues le cedieron la corona sus hermanas y fue así proclamado rey de aquella monarquía. De este modo, en 1230 las dos coronas quedaron unidas para siempre.
Desde que Alfonso VII separó estas dos coronas hasta el momento en que vuelven a unirse, reinaron en León dos príncipes, que fueron Fernando II (1157-1188) y su hijo Alfonso IX (1188-1230). Don Fernando II fundó la Orden Militar de Santiago y don Alfonso IX la de Alcántara, la Universidad de Salamanca y la catedral de León. Ambos dilataron sus dominios con la conquista de tierras pertenecientes al reino moro de Extremadura.
El joven don Fernando III, a sus diecisiete años comenzó a gobernar luchando primero con su padre don Alfonso IX, quien pretendía reinar sobre León y Castilla. Y hay que suponer que dada la rectitud moral de Fernando III, debió serle muy ingrato combatir y vencer al autor de sus días.
Una vez solucionados los asuntos interiores de sus Estados y dominados los turbulentos nobles, que en los primeros años de su reinado intentaron repetir las sangrientas querellas de la época anterior, Fernando III continuó metódicamente, pero sin descanso, la lucha contra los musulmanes, hasta que logró destruir su poder conquistando Andalucía.
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