28 mar 2013

ARQUITECTURA MOZÁRABE RUPESTRE

Hemos hablado de las construcciones mozárabes como evolución dentro del marco de templos antiguos, pero también hubo construcciones totalmente nuevas, aunque sus características no hacen más que confirmar la situación de precariedad en las que debieron erigirse; se trata de una adecuación de antros naturales para su uso como espacios comunitarios.  Son obras que se encuentran en lugares de difícil acceso, cuya utilización debió corresponder a grupos de montañeses insurrectos, o a pequeñas comunidades que mantenían su santuario en un lugar próximo, pero lo suficientemente oculto a la vista.  las circunstancias que permitieron su edificación frente a la prohibición reinante habría que buscarlas en esas tolerancias excepcionales que ya comentamos, de ahí la pobreza del medio material y lo alejado de las ubicaciones.
No podemos hablar de técnicas arquitectónicas, lo mejor sería definir su sentido escultórico, pues se trata de ir tallando una gruta natural para adaptarla lo mejor posible a las funciones rituales que se buscan.  La más pretenciosa de todas es la Mesa de Villaverde; en ella podemos observar que se busca una intención monumental tallando arcos de herradura que se aproximen a los de la arquitectura real.  Sin embargo, debemos tener presente que esta iglesia responde, seguramente, a unos planteamientos ideológicos de un momento muy determinado y concreto en el tiempo y en el espacio, fenómeno que no se volverá a repetir en ninguna otra obra de este tipo.
Vamos cómo los constructores intentan reproducir, dentro de lo posible, en sus obras la topografía funcional de las iglesias visigodas.  Los altares se suelen orientar, mantienen la estructura tripartita, y se marca la zona del crucero con la consabida forma de iconostasio.  En la iglesia del Barrio de la Oscuridad podemos ver cómo delante de la cabecera se dispone una nave rectangular marcada por dos pilares que apean arcos; este espacio de crucero adopta en su cubierta un tallado de la roca que nos recuerda la solución de bóvedas de aristas.  Incluso, para que no falte nada del prototipo templario, en un extremo se abre un edículo en el otro, una puerta; recuerdan las conocidas sacristías, aunque resulta imposible afirmarlo con rotundidad.
Del resto de las edificaciones-cueva no podemos realizar una definición templaria precisa.  Encontramos conjuntos de tres naves principales, con una distribución bastante irregular, dedicándose a santuario la principal para el culto; también son numerosas las iglesias de nave única e irregular.

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