26 feb 2013

LA BATALLA DE CALATAÑAZOR Y EL CONCILIO DE LEÓN

Alfonso V (999-1027), hijo de Bermudo II, tenía pocos años a la muerte de su padre; pero, triunfante ya el derecho hereditario, fue reconocido como sucesor a la corona.  No obstante, se confió su tutela al conde de Galicia Menendo González, quien, según la tradición, en unión del rey de Navarra, Sancho III el Grande, y el conde de Castilla, Sancho García, asistió a la célebre batalla de Calatañazor, donde Almanzor fue derrotado y herido.
Calatañazor era un pequeño pueblo de la actual provincia de Soria.  Su nombre es árabe y significa "castillo del águila".  Y tanto en las cercanías de este pueblo como en las de Barahona, donde parece ser que Almanzor, hecha la primera cura de sus heridas, retomó el combate contra los cristianos, se hallan frecuentemente hierros de lanza, espuelas, alfanjes y otros restos del ejército musulmán que acaudilló por última vez el terrible Hagib de Hixén II.
Ciertos historiadores han colocado equivocadamente en el reinado de Bermudo II y en el año 999 la batalla de Calatañazor.  En este error cronológico y en el silencio que sobre tal hecho de armas guardan los autores árabes y algunos cristianos, fundan esos historiadores la creencia de que nunca se dio tal batalla, ni Almanzor murió a consecuencia de ella, como casi todo el mundo admite.
Pese a esto, en la primera mitad del siglo XX se desmoronó  una pared en una iglesia de San Esteban de Gormaz y se encontró tras ella una de las banderas que los cristianos tomaron a los árabes en Calatañazor, la cual se halla desde entonces en el Museo de la Academia de la Historia.
Con la victoria de las armas cristianas en Calatañazor, y con haber pasado la terrible fecha del año 1000, en que iba a concluirse el mundo, según ciertos ilusos llamados "milenarios", renació la esperanza de la reconquista en el corazón de los españoles.
Quiso la casualidad que el verano del año 1000 fuese de calores tan sumamente rigurosos que algunos campesinos aseguraron haber llegado a ver beber en el mismo río a animales tan opuestos como lobos y corderos.  Estos rumores aumentaron el terror general, pues se veía en ello el cumplimiento de lo anunciado por el profeta Isaías como señal del fin de los tiempos, a saber: que pacerían el lobo y el cordero, y el león comería la paja y el grano como el buey.
Alfonso V, con el fin de atraer gente que repoblara pronto León, otorgó a esta ciudad un fuero que concedía a sus moradores grandes privilegios.  Los más importantes eran:

-La consagración de la inviolabilidad del domicilio.
-El no pagar portazgos.
-El vender los frutos sin contribución alguna.
-El que los reos de homicidio, si por espacio de nueve días estaban ocultos en casa de otro vecino, podían volver a la suya seguros de la justicia y sin que el sayón les exigiese cosa alguna por su delito.

El fuero de León inauguró la época de los fueros municipales, que dieron origen a una nueva legislación.  Dicho fuero fue obra del Concilio celebrado al efecto en dicha ciudad, y que fue semejante a los antiguos de Toledo.  Pero el concilio leonés se diferencia de los toledanos en que lo presidió el monarca, por lo cual, se considera como el primero de los concilios regios, que son como el puente previo  las Cortes generales.  Por eso una de las tablas doradas que, sostenidas por ángeles con trajes de reyes de armas, hay en el Palacio del Congreso, ostenta la siguiente inscripción:

"D. Alfonso V de  León - Cortes celebradas en 1020"

Los fueros y las cartas pueblas, que nacen ahora y van a crear una legislación nueva, son hijos de la necesidad que impone la guerra, de dar a las ciudades un régimen casi autónomo y popular, a cuya sombra no sólo tuvo un rápido crecimiento la vida industrial y agrícola, sino que también se capacitó al ciudadano para el ejercicio de funciones políticas dentro de las concejalías municipales.
El de León fue el primero de los fueros municipales otorgados solemnemente a los pueblos de España.  Y por eso los historiadores apellidan al rey Alfonso V "el de los buenos fueros".

1 comentario:

3mil. dijo...

ESTÁ MERIDIANAMENTE DIÁFANO, QUE LA GENTE NO LEE LOS BLOGS POR DESCONOCIMIENTO DE ELLOS, Y EN ESTE CASO ME HA PARECIDO MUY ILUSTRATIVO Y A LA VEZ INTERESANTE SU LECTURA.
GRACIAS PUES.
3mil.