En relación más que probable con el área cantábrica -tenemos que empezar por ahí-, en la provincia de Burgos se encuentran las cuevas de Atapuerca, Penches y el conjunto kárstico de Ojo Guareña. Esta última es una cavidad con varios kilómetros de desarrollo y diversas entradas. A 300 metros de la entrada de La Palmera se halla un pequeño santuario paleolítico en una extensión de 30 metros lineales. Su inventario incluye: un ciervo, tres uros, cuatro caballos, un mamut, dos indeterminados y unos treinta signos formados por triángulos negros acompañados de algún bastoncillo. Se trata de un estilo diferente al general del arte paleolítico, con un cierto parentesco con algunas de las cuevas del bajo valle del Ródano. El complejo tiene otras manifestaciones artísticas que, o no son paleolíticas, o no encajan con la formas conocidas.
En la meseta central se halla la cueva de Los Casares (Guadalajara), con ciento dieciocho figuras grabadas: grandes bóvidos, mamut, antropomorfos en una escena de pesca, un glotón, etc... Muy cerca se encuentra la cueva de La Hoz, en Santa María del Espino, con diversos signos y cuatro caballos, todo grabado y en regular estado de conservación. Un tipo de grabado parecido sirvió para representar los catorce caballos de la cueva de La Griega (Pedraza, Segovia), un santuario al aire libre atestiguado por un magnífico caballo punteado en el lugar de Domingo García (Santa María la Real de Niera, Segovia). En la provincia de Madrid se halla la cueva del Reguerillo (Torrelaguna) con varias figuras grabadas.
En la parte occidental de la Península se encuentra la cueva de Maltravieso (Cáceres), con unas treinta manos mutiladas, junto con algunos signos punteados, todos del estilo IV antiguo.
En territorio portugués cabe citar, al norte, el santuario al aire libre de Mazouco, con tres grabados representando caballos, dos de ellos muy incompletos. Relacionados con Maltravieso cabría citar la cueva de Escoural, en Évora, con una docena de pinturas y grabados de edad incierta, aunque parcialmente paleolíticos.
En el resto de la Península las cuevas con arte paleolítico están dispersas en una docena de sitios de la España oriental y Andalucía. En la zona del Ebro se encontraron las figuras -actualmente desaparecidas- de la cueva de La Moleta de Cartagena (Sant Carles de la Rápita, Tarragona) con la enigmática asociación de un bóvido de tipo paleolítico antiguo y en posición vertical, junto con unos amplios trazos en los que se quiso ver una figura humana del tipo del arte levantino (que trataremos en breve).
En la Comunidad Valenciana destaca el Parpalló (Gandía) con sus plaquetas pintadas o grabadas, o con una combinación de ambas técnicas, con algunas obras excepcionales. El yacimiento fue excavado en los años 1930. El número de plaquetas encontradas rebasa las 5.000, con un repertorio iconográfico impresionante. En total son 5.968 caras de plaqueta decoradas, de las cuales 874 lo fueron con pintura, 556 con pintura y grabado y el resto sólo con grabados. En la misma región hay otras cuevas con alguna muestra de arte mueble: Les Mallaetes, Cova del Barranc, Cova del Tossal de la Roca, etc...
El primer santuario en cueva de la Comunidad Valenciana se encontró en Cova Fosca (La Vall d'Ebo, Alicante), cuya galería principal está cubierta por finas y abundantes incisiones rectilíneas o formando figuras geométricas, además de diversas representaciones zoomorfas -bóvidos, équidos y cérvidos- que pueden incluirse en los estilos II y III de Leroi-Gourhan.
En la provincia de Albacete se halla la Cueva del Niño (Ayna), que presenta en la entrada una serie de figurs levantinas y en el interior otras -ciervos, cabras- que constituyen un santuario paleolítico. En Almería se encontró en Piedras Blancas (Escuellar) un magnífico caballo, vigorosamente grabado al aire libre.
La cueva más septentrional del grupo andaluz es la de Morrón (Jimena, Jaén), con dos cápridos. Más al sur están las cuevas malagueñas de El toro, La Cala, Nerja y La Pileta. De La Pileta, descubierta en 1911, se han dado a conocer un centenar de figuras paleolíticas. Su inventario sería: 22 caballos, 22 cabras monteses, 12 uros, 15 cérvidos, 6 peces, 1 bisonte, varios indeterminados y numerosos signos, algunos extraordinariamente peculiares, todos atribuidos al período del Estilo III. Esta cueva contiene también una gran cantidad de pinturas esquemáticas de color negro que son del Eneolítico o Edad del Bronce.
La cueva de Nerja contiene algunas representaciones de peces, figuras de otros animales y una serie de pequeños signos asociados a bandera estalagmíticas que parecen constituir un litófono.
VISITA MI WEB PERSONAL
VISITA MI WEB PERSONAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario