6 ago 2012

PRIMEROS PASOS DE LA SEGUNDA REPÚBLICA (II)

Ya nos hemos referido a que los republicanos, en los meses precedentes a la caída de la monarquía, habían formado en la sombra un gabinete ministerial completo.  convertido el 14 de abril de 1931 en gobierno provisional de la República, estaba integrado por los siguientes ministros:
Niceto Alcalá Zamora (presidente) y Miguel Maura, como "garantías conservadoras" y símbolos de la "continuidad burguesa", representaban el viejo republicanismo; los radicales Lerroux y Martínez Barrio; los radical-socialistas Marcelino Domingo y Álvaro de Albornoz; los socialistas Prieto, Largo Caballero y Fernando de los Ríos; Azaña encarnaba la nueva ola republicana; la representación catalanista y galleguista la ostentaban, respectivamente, Nicoláu d'Olwer y Casares Quiroga.  Por razones obvias, los anarco-sindicalistas no formaron parte del gobierno, aunque en estos primeros días tampoco plantearon problemas, merced al compromiso de la llamada "inteligencia republicana". Los anarquistas declararon que una república burguesa no era asunto de ellos; pero no la atacaron por el momento.
Ya hemos hablado de la forma pacífica en que se realizó la transmisión de poderes y la salida del rey y de la familia real de España; muchos republicanos se felicitaron, con razón, de la paz con que se habían realizado estos dos hechos.  Hubo actitudes amenazadoras en algunas partes y destrucción de símbolos monárquicos. En Madrid, si bien la multitud derribó la estatua de Isabel II de su pedestal y la arrastró hasta el convento de las Arrepentidas, mucha gente se fue de "picnic" a la ribera del Manzanares en un ambiente festivo.  Prácticamente, el día 14 de abril pasó sin violencias.  La atmósfera de los días siguientes fue un compás de espera preñado de euforia.
¿Cómo iban a gobernar los ministros hasta que se convocaron unas Cortes Constituyentes?  Para evitar arbitrariedades, el gobierno marcó su programa con unas limitaciones y unas reglas. Eran éstas:

1. El gobierno someterá cuanto haga al fallo, en su día, de las Cortes Constituyentes, ante las que el gobierno provisional hará declinar sus poderes.
2.  Se procederá inmediatamente a someter a "juicio de responsabilidades" los actos de gestión y autoridad pendientes al ser disuelto el Parlamento por el golpe de Estado de 1923, y a la apertura de un expediente de revisión de toda la obra de la Dictadura.
3.  El gobierno provisional hace pública su decisión de respetar de manera plena la conciencia individual mediante la libertad de creencias y cultos, sin que el Estado, en momento alguno, pueda pedir al ciudadano revelación de convicciones religiosas.
4.  Se reconoce el derecho sindical y la libertad corporativa.
5.  El gobierno provisional declara que la propiedad privada queda garantizada por la ley.  En consecuencia, no podrá ser expropiada si no es por causa de utilidad pública y previa indemnización correspondiente.  Mas este gobierno adopta, como norma de su actuación, que el derecho agrario debe responder a la función social de la tierra.
6.  El gobierno se reserva la facultad de someter los derechos ciudadanos a un régimen de fiscalización previa, dando cuenta de ello a las Cortes en su día.

Se puede ver que la República nacía "sin revolución", esto es, sin lo acordado en el Pacto de San Sebastián, en el que los únicos católicos, Alcalá Zamora y Miguel Maura, habían logrado sustanciosas transacciones.  Pese a la ausencia de violencias en el nacimiento del régimen y a un constante empeño de equilibrio surgirán una serie de graves problemas desde el principio: el catalanismo, la agitación anticlerical, la ruptura del anarco-sindicalismo...  Hablemos de ellos.

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