Las crisis sociales y los conflictos políticos exigieron la llamada al ejército para que impusiera soluciones. Es así como los militares pasaron de meros intérpretes a depositarios de la voluntad nacional. El general Franco se tomaría, ya en el siglo XX, al pie de la letra esta tradición decimonónica.
Con la Guerra de la Independencia quedó desarticulado el ejército aristocrático de Carlos III y se abrieron las puerta a una oficialidad reclutada en el pueblo y sobresaliente por su bravura y entusiasmo. La escisión entre los mandosantiguos y los nuevos se acentuó durante el reinado de Fernando VII. El resultado fue que parte del ejército tomó una actitud claramente liberal, que se exponenciará durante la primera guerra carlista.
El compromiso con que terminó esta "guerra de los siete años" motivó la hipertrofia del ejército en relación con las necesidades de seguridad interior y exterior del país. Esta realidad encanta a un grupo de generales que alterna con la buena sociedad y juega en bolsa, mientras otros militares, frustrada su carera, se convirtieron en burócratas mal pagados. al lado de esto debemos situar la reconstrucción de la oficialidad gracias a la labor delos centros de enseñanza específicos.
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