20 may 2017

EL MOVIMIENTO LIBERAL (I)

Paralelamente a la obra restauradora de Fernando VII y ala recuperación por parte de los estamentos privilegiados de su posición social, de sus bienes y de su participación en el gobierno, se desarrolla un movimiento liberal, que continúa  el marchamo revolucionario iniciado durante la Guerra de la Independencia.  La línea restauradora de la política fernandina y su represión subsiguiente lanzan a los liberales a la oposición.  Sus gestiones están cronológicamente bien diferenciadas:

-1814-1820: conspiran
-1820-1823: gobiernan
-1823: EMIGRAN.

La obra de las Cortes de Cádiz ha sido anulada por Fernando VII.  La ideología liberal persiste en los grupos capitalinos de intelectuales, comerciantes e incipiente burguesía industrial.  Los militares están disgustados, dada su postergación por los hombres de linaje.
Este descontento motivará que el ejército sea muy permeable a la ideología liberal.  La población rural esta quejosa por su vuelta a la dependencia señorial; su disgusto enlaza con la persistencia de unas partidas irregulares de desertores, guerrilleros, bandoleros y miserables campesinos, quienes, al no haber sido incorporados al orden del país, son un constante peligro para las comunicaciones y una amenaza parala estabilidad de la vida rural.
La masonería, en el siglo XVIII, había trabajado  en la difusión de los principios filosóficos de la "Luces".  En estos momentos, las logias se habían politizado, y dieron cabida a los conspiradores liberales: comerciantes, intelectuales, muy vinculados con jóvenes militares, se hicieron masones para conspirar, para pronunciarse, para restaurar la Constitución gaditana.
El pronunciamiento se convertirá en el instrumento de la revolución liberal para intentar una acción política contra el absolutismo.  Aunque en ellos se dé una participación decisiva a los militares, no hay que despreciar la intervención de los grupos burgueses y de las clases populares urbanas, ya que el pronunciamiento es, en suma, el reflejo de una honda crisis social.  El descontento de diversos grupos sociales hace que estos levantamientos se repitan con enorme frecuencia.
Muchos de éstos carecen de efectividad, ya que la propia técnica del levantamiento (sondeos previos, compromiso, grito) obliga a sus autores a la impremeditación e impulsividad.
La debilidad del pronunciamiento está en relación directa con la carencia de solidez del Estado.  Por ello, Riego, pese  la aparente debilidad de su fuerza militar, triunfa y restaura la Constitución de 1812.
Pasemos revista a estos pronunciamientos, que se caracterizan por la debilidad del mecanismo revolucionario, pero que en definitiva, son el humo de un descontento más profundo y generalizado.

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