13 may 2016

EL PODER DE LA NOBLEZA (II)

Hemos dicho que la base del poder nobiliario eran los señoríos. Estos señoríos eran territorios o "estados" que estaban bajo potestad administrativa y judicial de nobles o corporaciones religiosas. Aclaremos, en primer lugar, que estos señoríos revestían grandes dferencias:

-La simple ubicación geográfica influirá en las diferencias de un abolengo gallego, de un señorío andaluz o de una encomienda extremeña.
-La propia evolución histórica; desde la Edad Media se han alterado las relaciones de producción y han experimentado toda una gama de vicisitudes que han variado su índole originaria.
-El dueño de un señorío, aludiendo al trato estrictamente personal, puede empeorar las relaciones con sus vasallos o dulcificar unas situaciones de por sí duras.

Dada esta complejidad y que al titular de un señorío le corresponden atribuciones como nombrar cargos con competencia administrativa y judicial (jurisdicción) y la exigencia de exanciones fiscales de sus vasallos, podemos simplificar, quizá excesivamente, las relaciones señoriales a tres casos concretos:

1. Un señor puede ser dueño de un pueblo, pero sin jurisdicción, aunque con algunos derechos.
2. Un señor puede ser propietario de un pueblo, pero con jurisdicción.
3. Un señor puede no ser propietario de un pueblo, pero con jurisdicción.

Hagámonos un par de preguntas conforme a esto:
¿Es ventajoso un señorío para su poseedor?
¿Estaban los vasallos satisfechos con el señor?

En el tercer caso, cuando un señor no es propietario, pero tiene jurisdicción sobre un pueblo, estamos ante una situación de vanidad. El señor compra un pueblo (no la tierra) para ascender de categoría social. Esto no era un negocio, aunque el ejercer la jurisdicción se podía prestar a un negocio, y de hecho se prestaba, por efecto de que el señor nombraba los miembros de justicia y los funcionarios municipales que le convenían. Los dos primeros casos son eminentemente productivos, por el simple hecho de que a la jurisdicción va unida la propiedad de la tierra.

No hay comentarios: