Si el Aziliense cantábrico ya nos parecía una cultura degenerada, las culturas de transición de levante nos ofrecen sin embargo un panorama más prometedor. Desconocían la industria del hueso y, por lo que a la piedra se refiere, en la inmensa mayoría de sus estaciones aparecen siempre, monótona y regularmente, las mismas lascas microlíticas. No obstante, frente a esta pobreza instrumental, el levante español ofreció una de las más originales y espledorosas muestras del arte prehistórico, comparable actualmente con la de los bosquimanos de Sudáfrica. Lo que aquellos hombres no pudieron manifestarnos mediante su industria, nos lo explicaron a través de sus incomparables producciones pictóricas que yo definiría casi como "tebeos". Escenas de caza con arqueros, bestias recibiendo flechazos, mujeres recogiendo frutos de los bosques o incluso seres humanos descolgándose por barrancos para recoger miel de los panales... una joya cultural que nos aclara muchas dudas sobre la vida cotidiana de nuestros ancestros.
El arte levantino es un arte de transición que participa de las características e un estilo anterior y otro posterior, lo cual denota su importancia para mejor comprender nuestra paleohistoria. Ya le dedicaremos entradas a las características de este y otros artes rupestres, a su cromatismo y a sus convenciones. Baste por el momento señalar que estas expresiones gráficas vienen a confirmar que lo cazadores hunden las raíces de su cultura en la de los señores del magdaleniense pero que hay reminiscencias y supervivencias de un pasado definitivamente caduco en el que aparecerán nuevos elementos.
La vulnerabilidad misma de sus fundamentos económicos hace a los cazadores introvertirse hasta encerrarse en una reserva física y moral donde languidecerán lentamente hasta extinguirse. Las nuevas corrientes culturales, los nuevos inventos, las nuevas técnicas de explotación de los recursos naturales son para ellos una invitación que los incitará paulatinamente a adquirir una vida más fácil que sentará la base de una complejidad sin retorno.
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El arte levantino es un arte de transición que participa de las características e un estilo anterior y otro posterior, lo cual denota su importancia para mejor comprender nuestra paleohistoria. Ya le dedicaremos entradas a las características de este y otros artes rupestres, a su cromatismo y a sus convenciones. Baste por el momento señalar que estas expresiones gráficas vienen a confirmar que lo cazadores hunden las raíces de su cultura en la de los señores del magdaleniense pero que hay reminiscencias y supervivencias de un pasado definitivamente caduco en el que aparecerán nuevos elementos.
La vulnerabilidad misma de sus fundamentos económicos hace a los cazadores introvertirse hasta encerrarse en una reserva física y moral donde languidecerán lentamente hasta extinguirse. Las nuevas corrientes culturales, los nuevos inventos, las nuevas técnicas de explotación de los recursos naturales son para ellos una invitación que los incitará paulatinamente a adquirir una vida más fácil que sentará la base de una complejidad sin retorno.
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