El Papa Clemente VII se hizo fuerte en el castillo de Sant'Angelo, de donde luego pudo fugarse tras pagar una fuerte suma. La noticia oficial del saco de Roma, que escandalizó a Europa entera, llegó al rey de España cuando se encontraba en Valladolid celebrando el natalicio de su primogénito, el futuro Felipe II. Al momento mandó cesar las celebraciones públicas que con tal motivo habían sido dispuestas.
Mientras tanto, la guerra continuaba en Italia, donde el ejército francés, mandado por Lautrec, y la escuadra del famoso marino genovés Andrea Doria, se apoderaban del reino de Nápoles, defendido heroicamente por el virrey, el aragonés Hugo de Moncada, quien murió en la lucha.
Pero descontento Doria de los franceses, ofreció sus servicios a Carlos V cambiando así la suerte de la guerra. Nápoles fue liberado y al mismo tiempo los franceses fueron rechazados en el norte de la península italiana, que de nuevo quedó bajo el dominio de España. La guerra terminó por agotamiento. En 1529 la paz se firmaba en Cambrai, interviniendo en ella dos damas: la princesa Margarita de Austria, tía de Carlos V y gobernadora de los Países Bajos, y la reina Luisa de Saboya, madre del rey de Francia.
En esta "Paz de las Damas" Francisco I reconocía el predominio español en Italia, renunciando a toda intervención en los complicados asuntos políticos de aquel territorio, y pagaba un crecido rescate por sus hijos, todavía rehenes en España desde que fue canjeado por ellos al caer prisionero en Pavía.
Inmediatamente Carlos V pasó a Italia, donde fue coronado en Bolonia por el Papa Clemente VII, siguiendo el antiguo rito medieval, como Emperador de Occidente.
Pero también el "Rey Caballero", como se llamaba a Francisco I, rompió esta otra concordia y encendió de nuevo la guerra, interrumpida brevemente por la tregua de Niza (1536) y terminada definitivamente en 1544 por la paz deCrespy, bajo las condiciones de los anteriores tratados.
Poco después murió Francisco I, pero Enrique II, su hijo y sucesor, continuó la guerra contra España.
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