24 dic 2012

LA COLONIZACIÓN ROMANA DE HISPANIA (III): LAS MINAS

La actuación de los publicani no se restringía exclusivamente a la cuestión del régimen fiscal de Hispania en su calidad de recaudadores de impuestos. Juntamente con el cobro de tributos y portoria, los publicani monopolizaban el abastecimiento de los ejércitos, el alquiler de las rentas del ager publicus y la explotación de las minas.  Hay que tener en cuenta que las societates publicanorum, a veces bastante complejas, englobaban una serie de individuos de extracciones sociales distintas.  En el caso de los auténticos socii, es decir, los que participaban con su capital en la sociedad, se trataba simplemente de una inversión y, por tanto, permanecían en Roma atentos sólo al cobro de los beneficios.  La mayor parte de los que actuaban directamente sobre las fuentes de ingresos eran los agentes de estos capitalistas, muchos de ellos ni siquiera ciudadanos romanos y algunos probablemente no libres.
El número de publicani y agentes de los mismos en la Península está indudablemente ligado a la explotación de las minas, uno de los primeros motivos de la permanencia romana en Hispania y primera fuente de explotación económica.  Las minas más importantes de la República eran las de plata de Cartago Nova, a las que seguían las de Castulo (Linares, Jaén), con mineral de plata y plomo.  Sisapo (Almadén), de cinabrio; las de Mons Marianus (Sierra Morena), de cobre...  La explotación necesitaba de un crecido número de técnicos y empleados romanos.  En un principio ésta estuvo en manos de los propios gobernadores que directamente daban cuenta al erario de los beneficios obtenidos.  Pero en la primera mitad del siglo II a.C., al propio tiempo que el capitalismo romano iba en aumento, la explotación pasó de los gobernadores a compañías de arrendatarios que monopolizaban esta rama de la economía hasta la época imperial, tanto publicani, como por medio de sociedades particulares.  Las minas seguían siendo propiedad estatal, pero habían pasado en arriendo a estas sociedades.  Tenemos datos literarios sobre estos arriendos, como en la frase de Estrabón: "éstas (las minas de Cartago Nova), como otras, han dejado de ser públicas para pasar a propiedad particular".  Gracias a la epigrafía conocemos bastantes nombres de arrendatarios y sociedades.  Entre ellas la compañía de arriendo privado de los montes argentarii de Ilurco (Lorca, Murcia), a través de lingotes de plomo con la estampilla que lo indica.  Poseemos más de un centenar de estos lingotes con sello, fechados hacia el año 100 a.C.  Otros proceden de Cartagena, también  bastante numerosos.  Las más antiguas inscripciones de Hispania nos recuerdan nombres de ciudadanos posiblemente relacionados con las minas de Cartago Nova.  De estos documentos se desprende que la mayor parte de los individuos, al menos por sus nombres, eran itálicos.  Precisamente por Diodoro, se confirma esta procedencia: "luego ya, cuando los romanos se adueñaron de Iberia, itálicos en gran número atestaron las minas y obtenían inmensas riquezas por su afán de lucro".  Algunos de estos personajes alcanzaron magistraturas locales, lo que indica que permanecieron y se afincaron con sus familias en la Península.  Se conocen cinco familias que explotaban las minas de Cartago Nova, cuyos miembros alcanzaron altos cargos municipales.  En resumen, dentro delas empresas de arriendo, fueron las minas las que atrajeron mayor cantidad de emigrantes a Hispania, algunos de los cuales permanecieron en su suelo.  Y estos emigrantes, por la epigrafía, parecen sobre todo itálicos, cono onomástica originaria de Campania e Italia meridional.

Para saber más puedes leer HISTORIA ANTIGUA DE LAS ESPAÑAS siguiendo este ENLACE

o bien consultar una obra indispensable para conocer los auténticos orígenes y razón de ser de nuestro continente: EUROPA: ORIGEN Y JUSTIFICACIÓN, en este otro ENLACE

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