26 mar 2015

LA CONQUISTA DE GRANADA (II)

Se pueden distinguir varias etapas en la conquista del reino nazarí. La primera entre 1482 y 1485. La conquista de Zahara de forma sorpresiva por los granadinos fue el pretexto utilizado pro Fernando e Isabel para iniciar las operaciones militares. En su primera etapa, éstas giraron en torno a la conquista y mantenimiento por los cristianos de la plaza de Alhama, de gran importancia estretégica, ya que, dada su cercanía a la capital del emirato granadino, constituía una auténtica cuña clavada en él. Desde Alhama se emprenderán operaciones contra otros puntos, especialmente Loja.
Dentro de Granada, la guerra civil endémica seguía haciendo estragos. El clan de los abencerrajes dio un golpe de Estado que libertó a Boabdil (Muhammad XII) y obligó a su padre, Abul-Hasán, y a su tío, "el Zagal", a refugiarse en Málaga. El nuevo monarca trató de sacar provecho de esta ventaja, acometiendo con una lucida hueste el cerco de Lucena en marzo de 1483. La operación le costó una derrota a manos de los castellanos y su primer cautiverio. Fernando, usando de su habitual diplomacia, consideró la utilidad de un Boabdil en libertad que garantizara la prosecución de la guerra civil en Granada y su consiguiente debilitamiento. Sin embargo, el joven monarca no logró más que asentarse de forma un tanto precaria en Guadix. Los cristianos procedieron a la ocupación de Alora, Setenil y a un rutinario saqueo de La Vega.
La segunda etapa transcurre entre 1485 y 1487. En ella el emirato granadino sufre las mayores pérdidas. En sus comienzos, Boabdil fue expulsado por su tío, que, a la muerte de Abul-Hasán, se hizo proclamar emir, apoyado en el clan de los Bannigas.
Las operaciones castellanas se dirigieron contra Ronda y su serranía, Málaga y La Vega. En 1485 se ocuparon Cártama, Coín y Ronda. Al año siguiente se tomaron algunos puntos fuertes que defendían La Vega. Boabdil y "el Zagal" procedieron a un reparto de las esfera de influencia: el primero ejercería su poder en la zona oriental y el segundo era reconocido como emir. Fernando se consideró así desligado de los anteriores compromisos: Loja, Illora y otras plazas fueron ocupadas y Boabdil hecho prisionero de nuevo. Después de renovar su vasallaje a los reyes de Castilla y contando con el apoyo de las guarniciones cristianas -si, con el apoyo de las guarniciones cristianas-, trató de hacer efectivo su dominio en la zona de Guadix-Baza y los dos Vélez, en donde los monarcas castellanos le habían dado unas vagas promesas de autonomía. A lo largo de 1487 reanuda la pugna con "el Zagal", en situación ya muy apurada. Vélez-Málaga fue tomada por los castellanos. Boabdil suscribió un nuevo acuerdo por el que se le reconocía como señor de un dominio ampliado, a cambio de su renuncia al título de emir. En el verano de 1487 las operaciones se centraron en torno a Málaga, importante núcleo comercial, con una ciudadela, Gibralfaro, defendida por una guarnición africana. Después de un durísimo cerco, la plaza se rindió el 18 de agosto.
Al comenzar la tercera etapa de las operaciones (1487-1492), se puede decir que el emirato granadino había recibido un golpe mortal. El propio Fernando se sintió tentado en aquellos momentos a dirigir su atención a asuntos de la exclusiva incumbencia aragonesa, como el del Rosellón.
La nueva campaña se inició con una serie de operaciones en la frontera del reino de Murcia, que dieron como saldo la caída de Vélez-Blanco, Vélez-Rubio, Níjar, Mojácar... "El Zagal" siguió resistiendo duramente en las últimas posiciones orientales: Almería, Guadix y Baza, cuyos asedios contituyeron auténticos desafíos par calibrar la capacidad de las modernas técnicas de combate. La rendición de "el Zagal" se hizo inevitable.
Sólo un hecho inesperado vino a prolongar la guerra durante dos años más: la rebelión del pueblo de Granada, que forzó a Boabdil a resistir hasta el final. Los castellanos, agotados por el esfuerzo de diez años de guerra, se limitaron a apretar, caa vez de forma más estrecha, el cerco a la capital del emirato, cuya caída sólo podía ser cuestión de tiempo. El 2 de enero de 1492, las fuerzas castellanas procedían a la ocupación de la Alhambra. Cuatro días después, los Reyes Católicos hacían su entrada en la ciudad. En aquellos momentos quedaba cerrado de manera oficial un proceso conocido como "Reconquista", cuya duración había sido de 773 años.

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