LAS VÍSPERAS SICILIANAS (III)

En Italia, las cosas no le iban mal al monarca. Roger de Lauria seguía derrotando a la escuadra angevina una y otra vez. En junio de 1284 hizo prisionero frente a Nápoles a Carlos de Salerno, príncipe heredero. Unos meses más tarde moría Carlos de Anjou. Pero los franceses reunían un gran ejército en Toulouse para invadir Cataluña. Pedro III retrasaba cuanto podía el cumplimiento de sus promesas a los aragoneses y catalanes, y las que aquéllos le habían arrancado respecto a Valencia, especialmente las relativas a la vigencia en aquel reino de los fueros de Aragón. Los miembros de la Unión, que habían amenazado con constituirse en poder soberano y entregar el reino a un príncipe extranjero, cedieron algo en sus amenazas y decidieron ayudar al rey a repeler la invasión de los franceses. Pedro III marchó al Rosellón a organizar la defensa y se apoderó de Perpiñán al saber que su hermano, el rey de Mallorca, estaba de acuerdo en colaborar con los franceses, a quienes entregó todos los restantes castillos y fortalezas. Para contener a los invasores, el rey ordenó fortificar la colina de Panissars, próxima a Figueras, mientras la escuadra aragonesa, conducida por Roger de Lauria, navegaba a toda vela hacia alli desde Sicilia. Los franceses forzaron la resistencia de Panissars y avanzaron hacia Gerona. Pero esta ciudad, defendida por Ramón Folch, vizconde de Cardona, opuso una larga resistencia que salvó a Cataluña. Entre tanto, Roger de Lauria había derrotado a la flota francesa cerca de las islas Hormigas, próximas a Palamós. Los invasores, aunque consiguieron entrar en Gerona, se sintieron faltos de avituallamiento y emprendieron la retirada con su rey enfermo. Éste no consiguió cruzar la frontera, muriendo víctima de la peste. Poco después, en octubre de 1285, sus tropas sufrían una gran derrota en el mismo lugar de Panissars. Aquella resonante victoria cerraba el reinado de Pedro III, que falleció en noviembre del mismo año, unos días antes de que las tropas que había enviado a castigar la deslealtad de su hermano, el rey de Mallorca, se apoderasen de la isla.